La resistencia de las iguanas
Detrás de la montaña se prende la canción.
Atrás nosotres como iguanas
resistimos la inclemencia
del sol de estos días.
Resistimos.
Resistimos el tráfico.
Resistimos las vibraciones
del volcán de Guatemala;
un volcán sólo para pobres
en primera fila.
Resistimos en la resistencia de los pueblos del Sur.
Mientras aquí resiste la canción,
yo no me resisto a tu mirada.
Aquí somos iguanas,
de mar, de montaña, de valle, de planicie.
Y en nuestra resistencia,
sobrevivimos.
Sobrevivimos a los buhoneros
a las moscas de ciudad,
a la basura que pulula en todas las esquinas.
Resistimos en las balaceras.
En los abrazos de despedidas para siempre
o hasta encontrarnos en las nuevas formas
de la amistad whatsappística.
Resistimos y sobrevivimos la muerte de Marc,
con sus historias sobre la dominación
y la transgresión de las formas,
porque “la forma también es política
y está politizada” aunque no nos digan nada.
Resistimos.
Resistimos también la muerte de Sanoja,
con su danza de garrote,
y de iguana contradictoria,
y militante y guerrillera.
En Nicaragua se prende el grito sangriento de la Tierra
y aquí las iguanas sobrevivimos.
Sobrevivimos a la guerra cibernética,
a la inhumanidad de la banca,
a la insensibilidad de los políticos
que poco saben de caminar por nuestras calles
harapientas y colmadas de deseos.VOLTEAR
Marcela Lunar
Voltear
Contemplar la nada
Escuchar el silencio desgarrado
Sentir la nada misma palpitando al filo de una boca
Derecha, izquierda, voltear
Nadar hacia el abismo
Agotar el pensamiento
Hartazgo de ojos profundos clavados a la nuca
Nublar el deseo
Destejer el crujido de otra boca
Derecha, izquierda, voltear
Venenoso deseo de estallar el vidrio
De quemar los barcos
Los nenúfares
Cortar la propia sombra
Voltear, Voltear, Voltear
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