Evio y el calentamiento global
Aquí te matan y en la Antártida hallan enormes cañones
que inundarán nuestro mundo estrepitosamente.
Es que eres una implicación ambiental.
Ojalá que el agua que viene también se lleve este dolor,
esta melancolía que se queda en quienes
te tatuaron a la piel de la niñez y los primeros dolores.
Tú, cuerpo y poesía, rebelión y locura,
que nos has anclado a la eterna juventud.
Tú, hombre y poesía,
que nos has hecho enamorarnos y flotar la vida, florecida.
No sé cuántas veces he escuchado De dónde viene tu nombre,
en todos los estados ¡Eso sí!
En el más pleno de los enamoramientos,
hasta en el más descarnado guayabo.
¡Te mataron coño!
No imaginé que esa vez,
en el despertar de los recuerdos y mis primeros amores,
en la lamentación de un fulano Rajatabla,
sería nuestro último encuentro.
Y lo disfrutamos tanto…
¡Nos reímos tanto!
¡Nos dieron en la madre Evio!
Hablando de asuntos climáticos,
y naturalezas perversas:
Aquí te matan y en nuestras voces revive la canción,
el dolor de la injusta mano que nos arranca de un tajo la alegría.
Aquí somos un bosque triste y amargo.
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