A las cinco
A las cinco,
A la tarde se le prenden los suspiros.
Se va sumergiendo en ella
Lo prendido del día,
Y va efervesciendo, silenciosa.
Los pasos de la corriente se agotan,
Sigilosamente se van guardando
En pequeños bolsillos,
En ventanitas con número de identidad,
Con dejos de nostalgias y deseos.
A las cinco,
Que es mi hora favorita del día,
A la ciudad canción
Se le va prendiendo el alma
Se le van reanimando
Los pequeños fueguitos del amor.
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